lunes, 12 de marzo de 2007

Sigue habiendo diferencias entre Provincias

En estos últimos de años de importante crecimiento económico, nuestro País no logra aún una equitativa participación en la riqueza que produce, en conjunto, toda la economía nacional, y continúa así ampliando la diferencia en la actividad de la provincias.
Como es sabido la Capital Federal y Buenos Aires acaparan más de la mitad del Producto Bruto Interno (PBI). Los economistas miden esa realidad comparando entre cada una de las poblaciones su Producto Bruto Geográfico (PBG), un indicador que refleja el valor –en pesos o dólares- de la oferta de bienes y servicios finales que producen sus habitantes.
La Ciudad Autonóma de Buenos Aires es el distrito con mayor PBG per capita en el país: genera $30.525 pesos por cada habitante, y supera en unas 8,57 veces el índice de lo que se produce en Formosa y Santiago del Estero. Esa brecha que, en los años de la crisis era de 8,35 veces, logró estar bastante más acotada a mediados de los ’90, cuando se ubicaba por debajo de las 6 veces.
Según surge de datos del Ministerio de Economía de la Nación, las economías regionales con mayores niveles de PBG per capita, como Capital Federal y las patagónicas, lograron ampliar su productividad. Entre los porteños, la mejora fue de hasta un 30%, y en los fueguinos (los segundos en productividad por habitante, que hoy generan $25.719), de 50%; y en los santacruceños ($12.012,7), de 38%.
La dispersión del PBG representa, sobre todo, la evolución en el ritmo de la actividad económica: más significativa en las economías de gran escala, pero con menor desarrollo en las zonas atrasadas.
Entre las más perjudicadas se encuentran hoy Chaco, Formosa y Santiago del Estero, con $4.600, $4.280 y $3.560 de PBG per capita, respectivamente.


jueves, 8 de marzo de 2007

La libre opción jubilatoria (la nueva ley 26.222)

El 8 de marzo de 2007, se publico en el boletín oficial la ley 26.222, que no solo brinda la posibilidad de optar entre un sistema de reparto o de capitalización jubilatorio, si no que conjuga una serie de modificaciones a la ley de jubilaciones.
Según el especialista Ismael Bermúdez en el diario “Clarín”, un trabajador que en sus últimos 10 años tenga un sueldo de $ 2.000, con 30 años de aportes en el Estado a partir de 1994, la mejora en el haber será del 54,9%. En lugar de $ 710 pasará a cobrar $ 1.100.
El porcentaje de mejora varía según el sueldo, los años de aportes y si esos aportes fueron hechos al Estado antes o después de 1994.
Con 40 años de aportes después de 1994, en ese mismo ejemplo, la mejora es del 57,8%, porque el futuro haber pasará de $ 900 a $ 1.420. En cambio, si de esos 40 años, 10 años fueron aportados antes de 1994, la mejora se reduce al 37,9%.
Ocurre que la ANSeS reconoce hasta ahora el 0,85% del sueldo promedio de los últimos 10 años por cada año aportado. Y tras la reforma pasará a reconocer el 1,5%.
Mientras hasta ahora, para 30 años de aportes, además de la Prestación Básica Universal (que va de $ 200 a $ 230) se reconoce como futura jubilación el 25,5% del sueldo promedio (30 x 0,85%), con la reforma se reconocerá el 45% (30 x 1,5%). Con 40 años de aportes, el reconocimiento es mayor: ahora es del 34% y tras la reforma será del 60%.
Este punto es crucial porque en períodos de inflación como el que se avecina, si no se ajusta el sueldo de referencia para el cálculo de la jubilación, el promedio resulta muy bajo. Y entonces disminuye el haber inicial del futuro jubilado con relación al ingreso del último momento de su vida activa, deteriorando la relación con su salario real y su nivel de vida.
Otra clave es el ajuste del valor de la Prestación Básica Universal (PBU). Desde el año 1998, por un decreto, el valor de la PBU quedó en $ 200 y $ 230, según los años aportados.
Luego, los aumentos ocurrieron a través de decretos del Gobierno y a partir de enero a través de un ajuste del 13% en la ley de Presupuesto. Pero debería existir un índice de movilidad en función de indicadores tales como salarios o inflación.
Al no aplicarse un índice de movilidad, a lo largo del tiempo — y estamos hablando de períodos largos que pueden ser de 10, 20 o más de 25 años por la mayor expectativa de vida— el poder de compra de la jubilación estatal podría ir deteriorándose y se reduciría aún más con relación al nivel de vida que tuvo el trabajador en su vida activa.
Hasta ahora se sabe:
> Que el aporte a las AFJP permanece en el 7%, que fue el nivel confirmado por Néstor Kirchner. Con cierta posibilidad que para el año 2008 ambos regimenes sean del 11%.
> Que la comisión de las administradoras baja de 2,53% promedio al 1,0%. Lo que resta definir es el costo del seguro, que hasta ahora formaba parte de la comisión (1,42% del salario en promedio) y que con la nueva ley se tomará de la rentabilidad de los fondos administrados. En sintonía con un fondo mutual
En 2001, las AFJP se vieron obligadas a aceptar un bono patriótico y los préstamos garantizados cuando el país estaba al borde del default; en 2005, debieron ingresar en el canje de la deuda para salir del default con bonos Cuasi Par, que tenían una quita del 30%, pero este perjuicio se redujo por la mejora en la cotización de estos títulos públicos.
Ahora, con un superávit fiscal mayor que el 3% y el alivio financiero generado por el canje de la deuda de 2005, la sensación general es diferente y por eso el Gobierno se siente sólido para lanzar esta reforma, que, entre otros ejes, genera la libre opción entre los sistemas de capitalización y de reparto, determina que los aportes de los indecisos se dirigirán al régimen público -y no al privado- y que las comisiones y los seguros de las AFJP bajarán del 2,4% al 1%.
Las moratorias previsionales que otorgan jubilaciones a personas que no hicieron aportes implican un incremento importante de los compromisos futuros del Estado", afirmó el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
El centro de estudios que orienta Osvaldo Giordano, aclaró: "Se trata de una deuda no registrada pero plenamente exigible para la cual no existe previsión explicita de recursos. En este contexto, inducir a que los trabajadores pasen al régimen de reparto producirá un alivio en la 'caja' de ANSES. Pero cuando estas personas se jubilen no habrá recursos para pagar sus prestaciones. El Congreso puede convalidar este acto de oportunismo político o legislar con responsabilidad resolviendo los problemas presentes y también los futuros".
Si se supone que un millón de personas van a cobrar la jubilación mínima con su correspondiente cobertura de PAMI y asignaciones familiares, las cifras aproximadas serían las siguientes:
> En los primeros 5 años, el gasto público anual se incrementaría en $ 4.900 millones.
> En los años posteriores, cuando los nuevos jubilados dejen de pagar la moratoria, el gasto público adicional llegará a los $ 8.400 millones por año.
> En el acumulado, el régimen público de reparto (la ANSeS) esta asumiendo compromisos futuros del orden de los $66.000 millones anuales.
Transitoriamente, la 'caja' de ANSeS mejora porque se apropia de los aportes de estos trabajadores.
El consultor especializado en temas previsionales Daniel Marcú advirtió, en declaraciones radiales, que en el corto plazo el aumento de la base imponible sobre la que se realizan los aportes jubilatorios es un nuevo golpe al bolsillo del trabajador de clase media alta. “En lo inmediato es una nueva imposición sobre la clase media, media alta, porque al que ganaba por encima de los $4.800 y si alcanza los $6.000 se le va a retener un 7% a lo largo de este año y 11% desde el próximo sobre estos $1.200 de diferencia” dijo.
En cuanto a la obligatoriedad que surge de la propuesta respecto de que las AFJP tengan invertido al menos un 5% (y hasta un máximo de 20%) de sus fondos en proyectos productivos de la economía real en un plazo no mayor de cinco años fue justificado por el experto siempre y cuando esas inversiones sean “razonables”.
El Estado dice que a partir de ahora el que elija reparto por cada año de aporte pagará 1,5% de jubilación.
Así, un señor de 35 años y que le faltan 30 años para jubilarse, si va al Estado le pagarían un 45% de jubilación sobre su sueldo promedio de los últimos 10 años. En cambio, a quien le falten 10 años le van a dar 15% de jubilación. Así los jóvenes obtienen en una AFJP una rentabilidad mayor que la que ofrece el Gobierno.


miércoles, 7 de marzo de 2007

Reporte sobre América latina


El contexto internacional favorable es aprovechado por las economías de América latina, logrando sanear sus finanzas públicas y disminuir la vulnerabilidad externa.
El escenario de elevada liquidez internacional, altos precios de las materias primas y apoyados en el fortalecimiento alcanzado en las principales variables económicas y financieras, varios países de la región avanzaron en la aplicación de políticas anticiclicas, incrementando significativamente sus niveles de Reservas Internacionales y mejorando la gestión de la deuda publica. Países como Brasil, México, Argentina. Uruguay, Venezuela y Colombia, entre otros, están participando de esta nueva etapa de progresos en la administración de los pasivos y fortalecimiento de la economía real, que incluye pagos anticipados a etapa de progresos en la administración de los pasivos y fortalecimiento de la economía real, que incluye pagos anticipados a organismos internacionales, el rescate anticipado de parte de sus deuda publica y mejoras de sus condiciones financieras.
En particular en los últimos dos años Brasil y Venezuela rescataron bonos Brady del mercado, Brasil, Argentina y Uruguay cancelaron anticipadamente vencimientos de deuda con el FMI, en tanto México, Brasil y Colombia realizaron recompras de deuda financiadas con recursos del Tesoro y nueva deuda. Operaciones como estas se tradujeron en un avance importante en las condiciones financieras de los pasivos de estas economías, alentando bajos niveles de spreads soberanos y la aceptación por parte de los inversores de nuevos bonos a plazos más largos, en moneda local y/o con menores rendimientos.
El crecimiento y bajas tasas de interés, mejoran las panorama de la región, y dependerá en parte de ella de consolidar a largo plazo su situación.




Trayectoría de la Reservas del Banco Central de la República Argentina


En estos últimos diez años las reservas internacionales transitaron por un verdadera montaña rusa, con importantes caidas y sorprendetes subidas. Ese tramo en particular es el que interesa a los argentinos.

Las reservas internacionales superaron los 35.000 millones de dólares, tras haberse incrementado en poco más de 1000 millones durante febrero. El notable incremento fue posible por las fuertes compras que la entidad realiza en la plaza cambiaria local para aumentar su tenencia y, no menos importante para la política oficial, sostener el valor del dólar.

El presidente Néstor Kirchner, destacó que la política de acumulación de reservas se hace "dentro de un absoluto control del equilibrio en el mercado monetario". Ese mismo concepto fue reforzado, por el BCRA, quien además destacó que considera a la mayor disponibilidad de fondos como "un seguro anticrisis", un recordatorio que tuvo en cuenta la incertidumbre por la que atraviesan los mercados. La política de acumulación de reservas, llevada adelante no sólo por el BCRA, sino por los principales países emergentes.




martes, 6 de marzo de 2007

Venezuela no alcanzó el superávit fiscal

En los ultimos años en America del Sur se encuentra cierta bonanza económica e importante éxito en las cuentas fiscales que hoy muestra la Argentina.
Varios países, salvo Venezuela, mejoraron su performance recaudatoria, y concretaron así el primer año, en décadas, con balances positivos.
En Argentina es casi constante el incremento de los ingresos tributarios, estimandose para 2007 una recaudación de $169.073 millones (U$S 54.364 millones).
Diversos economistas pronostican que la recaudación superará en un 20% a la del 2006.
Según advierte el último informe de la CEPAL, el buen desempeño fiscal de la región la llevó a cerrar el año pasado con un superávit primario de 2,1% respecto del Producto Bruto Interno (PBI) de estas economías, que mejoró la performance de 1,7% que registraron durante 2005.
Como en varias ocasiones se ha visto la nota saliente estuvo dada por Chile que lideró el ranking, con 8% del PBI, y la Argentina se ubicó en la media, con 3,53% del PBI.
En cambio, la única que, por incrementar su gasto público, presentó vulnerabilidad fue Venezuela, que arrojó finalmente un déficit de 1% a lo largo de 2006. El gasto público total del gobierno ascendió en un 74,6%, mientras que sus ingresos sólo lo hicieron en 26,8%.
La tendencia en los resultados de las cajas gubernamentales llevó, por caso, a Bolivia a presentar un superávit que durante décadas se le había hecho esquivo. Sus cuentas habían llegado a un récord deficitario de 8,8% en 2002, que se fue revirtiendo en los años posteriores. El 2006, con un notable excedente fiscal de 6%, fue el primero en lograr anticipadamente una de las metas anunciadas por su presidente, Evo Morales, a pocos meses de asumir: "A partir del 2007, Bolivia dejará de ser un país mendigo, sin que sea necesario que los ministros vayan con el sombrero ante la comunidad internacional a pedir limosna para cubrir el déficit", planteó, aquella vez, el mandatario.
Los abultados ingresos fiscales que presenta la región no nacen sólo con las “oportunidades” que presenta el actual escenario internacional, sino también con algunos nuevos instrumentos tributarios que implementaron las respectivas administraciones.
Chile volvió a ser la economía “modelo” de la región, con un 8% de excedente fiscal, favorecido por la exorbitante suba de en el precio del cobre (más de 80% desde 2005), que representa el 56% de sus exportaciones. El superávit fue récord histórico, y alcanzó los u$s11.285 millones.
A su vez, Brasil obtuvo en enero el mejor superávit fiscal para ese mes de los últimos 16 años, con unos 6.300 millones de dólares de ingresos netos. Y cumplió así la meta planteada por su presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, de 4,25% en relación con el PBI.